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Feliz Navidad hermanos

Hermanos queridísimos, un saludo a todos.

Este año arribo un poco tarde para hacerles llegar los saludos; no estoy seguro si llegarán a traducirlos para el día de Navidad. Pero el motivo es porque llegué justo ayer de un arduo e interesante viaje, visita, a la realidad de nuestra conferencia PACC. Fue una experiencia muy fuerte y alentadora para el Ministro General. Aprovecho también este momento para agradecer por el gran esfuerzo en nuestra acogida y por hacernos ver, en compañía del Consejero general del área, la mayor cantidad de lugares posibles de la Presencia de los Capuchinos en Pontianak, en Medan, en la Custodia de Malasia, en la custodia de Nias.

Fue una experiencia muy importante, y ¿sabéis por qué? Particularmente, quedé impresionado por la presencia de muchas jóvenes vocaciones, en algunos casos. En algunos lugres de formación, más de 100 jóvenes frailes, en filosofía, teología.Fue una experiencia muy enriquecedora para decir que el Señor continúa bendiciendo nuestra Orden. La continúa bendiciendo al modo como Él sabe hacer, suscitando tantos hermanos que responden a esta gracia de nuestra vocación franciscano capuchina.Vi tanta energía para la Orden, vi tanta vida para la Orden, vi tantas ganas de servir a la Orden y no sólo en aquel territorio del Pacífico en el cual la Orden está creciendo, sino también como apertura a la disponibilidad para toda la Orden. Será lo que podamos a hacer, pero la disponibilidad está. Me encontré verdaderamente con muchos hermanos, muchos encuentros, muchos frailes, todos muy atentos a lo que estamos viviendo, y pensé que verdaderamente el Señor continúa viniendo en medio de nosotros. En el tiempo de Navidad, nosotros reflexionamos sobre esta presencia de Dios que viene a encontrarse con el hombre. El Señor Jesús que viene a nuestras ciudades, a nuestros barrios, a nuestras selvas -para hablar de lo que vi en la visita- entre pueblos de diversas edades, diversas culturas, diversas situaciones sociales. Mirad que el Señor viene, viene para el hombre de hoy, para el hombre de nuestras ciudades, de nuestros caminos, para el hombre que encontramos hoy con sus aspectos positivos y sus fragilidades, con sus fatigas, con sus deseos, con su voluntad de bien. Y también, algunas veces, con el hombre un poco tocado por las difíciles condiciones de vida. El Señor Jesús continúa viniendo en medio de nosotros.Pensé, vi en este mes, en el tiempo de las lluvias en esa área, tanta lluvia que baja a fecundar la tierra y a sustentar a cada uno de nosotros. Y esta mañana, en la Liturgia de las Horas se menciona a la llovizna que desciende y fecunda el seno de la Virgen en el misterio de la Navidad.

¿Cómo podemos nosotros darnos cuenta, darnos cuenta de este Jesús que recorre nuestras calles; cómo podemos gozar de su presencia y cómo podemos ser capaces de proclamar al mundo su presencia? Es necesario aprende a hacer como Él. Mirar como Él a la humanidad concreta, en la cual estamos insertos y que camina a nuestro lado, meternos entre ellos, a su paso, hacerles sentir parte del amor misericordioso de Dios, que quiere que cada uno se salve; transformándonos también nosotros, un poco como Jesús. Esto es, anunciar que el Señor está en medio de nosotros que nos está bendiciendo, que nos vislumbra una vida llena de vida, llena de perspectiva, llena de esperanza.Hermanos, este es el deseo que quisiera haceros en este año en esta Navidad. Sed personas que han encontrado este Señor que continuamente participa de nuestra historia, que viene al nuestro lado, para decirnos que Dios tiene un lugar privilegiado para cada uno de nosotros y que podéis ser, para los otros hombres, otra Palabra de Jesús que viene, que está junto al hombre, que lo sana, que lo sostiene, que le abre perspectivas de vida, de luz y de paz. Entonces, experimentamos también nosotros más, todavía más, la belleza de este Señor, al cual hemos dedicado toda la vida, que siempre nos precede, viniendo a encontrarnos, a encontrar al hombre, a encontrarse con cada uno de nosotros.

Hermanos, un saludo cordialísimo, cordialísimo: que podáis encontrar al Señor y podáis hacer como el Señor, llevar un poco de su misericordia al hombre de hoy.

¡Feliz Navidad, hermanos! ¡A todos!

Fr. Roberto Genuin

Ministro General OFMCap

Modificado por última vez el Viernes, 23 Diciembre 2022 19:50
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